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viernes, 3 de marzo de 2017

Desarrollo de la Imagen N°1: Las pinturas rupestres.





La densidad gráfica, tan propia de la modernidad, tiene sus raíces más profundas en los albores de la humanidad, en el tercer período de la edad de la piedra tallada o Paleolítico.
En este período aparecen las expresiones plásticas que dan inicio al inventario icónico universal; se trata de las pinturas rupestres, las que fueron realizadas en el interior de las cavernas, en algunos casos sobre piedras con volumen.
Muchas de estas pinturas que retratan escenas de caza, danzas y animales poderosos, fueron pintados en las partes más internas de las cavernas, no en los lugares que las tribus tenían su asentamiento. Se cree en la actualidad que estas manifestaciones pudieron tener un carácter religioso. En ellas el hombre del paleolítico creyó dominar el objeto que representaba y así poder capturar sus cualidades.
Lo concreto es que estos primeros artistas representaron animales que conocían muy bien, y hasta hoy nos produce admiración el manejo del color y la síntesis de formas conseguidas, valiéndose de precarios elementos como carbón y óxido de metales encontrados al interior de las cavernas. Las pinturas rupestres mejor conservadas se descubrieron en las cuevas del norte de España y el sur de Francia.

Desarrollo de la Imagen N° 3: Las venus paleolíticas




Venus de Laussel



Venus de Lespugue

Las venus paleolíticas son estatuillas femeninas de marfil, piedra o terracota, se suponen que también existieron de madera, pero se perdieron al no resistir la madera el paso del tiempo. Datadas en el Paleolítico Superior, dentro del cual constituyen la principal categoría de arte mueble o mobiliar, superando el centenar de ejemplares, en el caso de las figuras de bulto redondo, y los dos centenares si se incluyen representaciones parietales.
Estas esculturas tienen tamaños modestos, hasta diminutos, oscilando entre los 4 y los 25 centímetros, aproximadamente. Fueron bautizadas con el nombre de Venus (diosa romana relacionada principalmente con el amor, la belleza y la fertilidad) al extenderse la noción de que constituían un ideal de belleza prehistórico, y, aunque la idea ha sido rechazada, la denominación de Venus persiste.
El primer descubrimiento fue la Venus de Brassempouy, en 1893, por Édouard Piette. Cuatro años más tarde, Salomón Reinach daba a conocer las estatuillas de esteatita de las cuevas de Grimaldi. En 1908 fue exhumada la famosísima Venus de Willendorf, en un campo de loess del valle del Danubio, en Austria. Esta escultura, que se ha convertido en un icono, anunciaba el dominio de las culturas femeninas que se extendían desde los Pirineos franceses hasta las llanuras siberianas del lago Baikal
odas ellas parecen responder a representaciones convencionales de la mujer de esos tiempos (algunas llegan a ser claramente estilizaciones o esquemas), lo que no impide apreciar la maestría de los artesanos prehistóricos.
En las Venus su anatomía esta exageradamente desarrollada: son obesas, con el abdomen, la vulva, las nalgas y las mamas extremadamente grandes. Pero así como eso también es común sus demas partes del cuerpo aparezcan desdibujadas: los brazos son muy pequeños, los pies apenas si se le ven y la cara, que suele por lo general ser inexistente.

Desarrollo de la Imagen N°4 : La Venus de Willendorf





La Venus de Willendorf, es una estatuilla antropomorfa femenina de 20 000 o 22 000 años de antigüedad. La obra lleva el nombre del sitio a la vera del Danubio donde fue descubierta en 1908 por el arqueólogo austriaco Josef Szombathy.

Es una figura obesa, de vientre abultado y enormes senos. Esta imagen de la mujer gorda que está completamente desnuda también era usual en las esculturas egipcias, griegas y babilónicas del período Neolítico.

Es la más conocida de las venus paleolíticas.

La figura de esta mujer desnuda, de unos 11,1 centímetros de alto, 5,7 de ancho y 4,5 de espesor con 15 centímetros de circunferencia y regordeta, fue esculpida monolíticamente en piedra caliza oolítica, que no es local en la región, pintada con ocre rojo.

El conjunto respeta la ley de frontalidad aunque la cabeza parece «mirar» ligeramente hacia el seno mamario derecho.

Parece ser una representación convencional, no realista, ya que su abdomen, vulva, nalgas y mamas son extremadamente voluminosos (en las nalgas: esteatopigia), de donde muchos estudiosos han deducido una fuerte relación con el concepto de la fertilidad.

Los brazos, muy frágiles y casi imperceptibles, se doblan sobre los senos; y no tiene una cara visible, estando su cabeza cubierta de lo que pueden ser trenzas, un tipo de peinado o una capucha, la cabeza se encuentra inclinada hacia adelante.

El abdomen posee un notorio hueco que figura al ombligo. El abultado pubis se expande sobre los gruesos muslos.

Aunque las piernas son anatómicamente muy acertadas las rodillas están juntas y los pies que no han sido representados (o se han perdido) estarían separados, terminando la escultura a la altura de los tobillos.

Desarrollo de la Imagen N°5: La pintura en el antiguo Egipto.





El historiador de arte y académico austriaco Ernest Gombrich sostenía que no se puede asegurar que la historia del arte comenzara en las Cuevas de Altamira o entre los aborígenes de América, pues no existe una unión entre esos extraños comienzos y nuestros días. Pero sí hay una tradición directa que pasa del maestro al discípulo al admirador o al copista, que relaciona el arte con nuestro tiempo.
Y es precisamente esta tradición de legar los conocimientos del maestro, en un arte a su discípulo, lo que hace necesario prestar atención a la cultura egipcia. Fueron ellos los que enseñaron a los griegos a utilizar la pintura como un registro visual y de todos es sabida la importancia que han ejercido los griegos sobre nuestra cultura.

Los pintores egipcios poseían un modo de representar la vida real completamente distinto al nuestro, se piensa que esto se relaciona con la diferencia de fines, que inspiró sus pinturas. En ellas no era lo más importante la belleza sino la perfección, la misión del artista era representar todo tan claro y perpetuamente como fuera posible.
Estos artistas estaban al servicio del Faraón, que era un representante del sol en la tierra, una divinidad que exigía que la reproducción de su imagen y la de su entorno fuera perfecta. Por ello debieron representar la figura humana de una forma que fuera lo más fiel posible a la realidad que conocían; esto los llevó a descubrir que la cabeza se representaba mejor cuando se dibujaba de perfil, y así lo hicieron, para luego colocar en los rostros de perfil los ojos, en forma frontal. Posteriormente dibujaron la mitad superior del cuerpo, los hombros y el tórax vistos de frente, puesto que así podemos ver mejor como cuelgan los brazos del tronco. Pero los brazos y los pies en movimiento son observados con mayor claridad lateralmente.
Por esta razón los egipcios, aparecen en diferentes pinturas, representados de una manera tan extrañamente plana y contorsionados.
No se debe pensar que los artistas egipcios creyeran que las personas eran así, como las vemos en sus dibujos, sino que simplemente se limitaban a seguir una regla que les permitía insertar en la forma humana, todo aquello que consideraban importante.
No dibujaban la naturaleza tal como ésta aparece, desde un punto de vista fortuito, sino que dibujaban guiándose por escritas normas que aseguraban la perfecta claridad de todos los elementos de la obra. Lo cierto es que el arte egipcio no se basa en lo que el artista pudiera ver en un momento dado, sino en lo que él sabía que pertenecía a una persona o escena



Desarrollo de la Imagen N°6 : Los griegos y el arte de la pintura





Los griegos aprendieron el arte de la pintura de los egipcios, y esto se aprecia en las pinturas que se encuentran en sus vasijas, donde se puede ver figuras humanas de perfil.
En la Atenas del siglo VI Antes de Cristo, la pintura de jarrones era una importante industria. Los vasos o jarrones eran decorados con diferentes escenas de combates o poemas de Homero, y su uso doméstico era variado. Algunos los utilizaban para guardar aceite, vino y granos. Pero lo más importante es que gracias a sus ilustraciones, hoy se conoce la pintura de la Antigua Grecia.



Desarrollo de la Imagen N°7 : La columna de Trajano


La siguiente civilización que no podemos omitir en esta reseña es la de los Romanos, que como es sabido, eran un pueblo eminentemente guerrero, pero sobretodo eran gente práctica y se preocupaban menos que los griegos de los dioses.
La columna de Trajano, es uno de los vértices del arte de la antigüedad. A lo largo de un desarrollo de doscientos metros no se advierte un vacío, ni un instante de fatiga inventiva, lo que ya es algo excepcional.
Los romanos como fueron conquistadores, supieron absorber de muy buena forma los conocimientos de los pueblos, con los cuales entraron en contacto.
Fue así como crearon una representación visual, en la que plasmaron para la posteridad, las campañas del Emperador Marco Ulpio Trajano(53-117); en una gran columna con imágenes en relieve, en la cual se puede apreciar claramente a los legionarios romanos, saqueando, combatiendo, marchando y conquistando las tierras de Dacia, la actual Rumania.
La importancia de la Columna de Trajano radica en su poder de testimonio visual, que ha superado las condiciones climáticas y al tiempo, para informarnos muchos siglos después, cómo fue la vida militar de los romanos.

Desarrollo de la Imagen N°8 : pinturas paleo cristianas








Otro punto relevante dentro del desarrollo visual, que también ocurre en Roma, es a consecuencia de la persecución que ejerce el Emperador sobre los cristianos, impidiéndoles reunirse y construir sus templos. Quienes para escapar de las fuerzas militares se reunían en las catacumbas, y es precisamente en estos lugares donde se inician las primeras manifestaciones de pinturas cristianas, las que se conocen con el nombre de “paleo cristianas”.
Se trata de pinturas de una gran fuerza descriptiva, donde no se busca la belleza, sino que a través del dominio de la técnica, el artista se propone evocar, en los fieles, el poder y clemencia de Dios.
La pintura de las catacumbas van estrechamente unidas a los primeros balbuceos de esculturas funerarias, en los frentes de los sarcófagos, muchas veces hallados en los mismos cementerios subterráneos, de forma que en pintura y escultura tenemos el inicio de la iconografía paleocristiana, y será en ella, donde el simbolismo se concretará y desarrollará a lo largo del siglo III, y sobretodo, del IV.

El estudio del arte de las catacumbas constituye una especialidad. Hoy sabemos que esta pintura se inició en el siglo III, y que el auge de estos cementerios subterráneos corresponde al siglo IV, cuando en la iglesia se desarrolla en forma total el culto a los mártires.

Desarrollo de la Imagen N° 9



Siempre en Roma y bajo el alero de la iglesia católica, a finales del siglo VI, se produce otro hito importante para el desarrollo de la imagen, fue el debate en que se habían entrampado la elite de la iglesia, en una discusión sobre la inconveniencia de incluir en los nuevos templos, todo tipo de expresiones gráficas, sean éstas dibujos, pinturas o esculturas.
Muchos pensaban que era un retroceso, que significaba volver a la época de los romanos, pero el Papa Gregorio el Grande, tranquilizó al clero, explicándoles que dado que la gran mayoría de los miembros de la iglesia no sabían leer ni escribir, y que para enseñarles las sagradas escrituras, las imágenes eran tan útiles como los grabados de un libro ilustrado para niños, y les dijo :”La pintura puede ser para los iletrados, lo mismo que la escritura para los que saben leer”.
De esta forma dio su bendición a una relación que sería muy fructífera, entre el arte y la religión, la cual se prolongó hasta el Renacimiento.