fuente:el pais.con(Toni Garcia)
El séptimo arte y la energía nuclear nunca se han tenido demasiado cariño. Si hablamos de misiles u holocaustos, conspiraciones o maletines con uranio, la cosa cambia, pero cuando se trata de centrales, científicos y desastres más o menos realistas, el cine ha preferido mirar hacía otro lado.
De hecho, resulta curioso que para el cinéfilo más avezado el gran referente del género nuclear (por así llamarlo) sea un filme que ha cumplido ya los 38 años pero que sigue resultando igual de aterrador que el primer día: El síndrome de China.
La película, dirigida por James Bridges, contaba con un reparto de lujo, encabezado por Jane Fonda, Jack Lemmon y Michael Douglas (quien ejercía a su vez de productor) y seguía los pasos de una reportera que se daba de narices con la historia de su vida: un accidente casi letal en una central nuclear que todos pretendían tapar.
Lo curioso de la historia es que el filme (un exitazo de taquilla, que se estrenó el 16 de marzo de 1979) fue cuestionado por su verosimilitud (la crítica de Variety decía que la película se daba "demasiada importancia" ) al tratar un asunto tan serio como la seguridad de las centrales nucleares. La casualidad quiso que el 28 de marzo de 1979, 12 días después del estreno, se produjera el famoso incidente de Three Mile Island, cuando una fusión parcial de una de las unidades de esta central nuclear de Pennsylvania causó el pánico entre la población. Algunos medios de comunicación llegaron a culpar a la película de la psicosis posterior y en virtud de aquello tan recurrido del pez que se muerde la cola, la recaudación se disparó y la presión social obligó al gobierno estadounidense a ordenar, no una, sino dos investigaciones para aclarar el suceso.
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